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Los 4 niveles de la escalera del aprendizaje

En cualquier proceso de aprendizaje, en nuestro caso en el contexto sobre finanzas y emprendimientos, creemos que es imprescindible saber cuáles son los pasos que toda persona debe seguir en un proceso de aprendizaje sin excepción alguna hasta conseguir dominar la habilidad objetivo.

Uno de los principios interesantes que sustentan esta misma idea que intentamos transmitir es la escalera de aprendizaje o escalera de consciencia de Noel Burch. Este modelo explica las etapas que recorremos cualquiera de nosotros a la hora de aprender una nueva habilidad. También describe para cada etapa los sentimientos y emociones que experimentamos.

El modelo de la Escalera del Aprendizaje combina dos elementos: el nivel de consciencia (¿te das cuenta de lo que sabes?) y el nivel de competencia (¿sabes hacer algo?). Por eso también llaman a este modelo la «Escalera de las competencias» o «Matriz de las competencias».

La Escalera del Aprendizaje consta de 4 niveles:

NIVEL 1: INCOMPETENCIA INCONSCIENTE.

El primer escalón es el de la Incompetencia Inconsciente.

Es decir, nos encontramos en el momento en el que la persona se define bajo la fórmula de “no sé qué no sé”. No tiene conciencia de los conocimientos, habilidades, etc., que le son necesarios para poder llevar a cabo con plena excelencia los procesos que acomete, o bien las acciones de cara a los procesos de gestión de las dificultades que se le plantean en la puesta en marcha de un proyecto.

En este sentido cabe destacar, cómo muchos emprendedores comienzan su proyecto con una osadía y con una falta de identificación del riesgo, marcada por un desconocimiento del proceso y del escenario que enfrentan. Declaraciones como “no me hace falta aprender nada”, o,” esto lo llevo en la sangre”, identifican acciones que permiten ubicar el momento en el que se encuentra el emprendedor.

NIVEL 2: INCOMPETENCIA CONSCIENTE.

El siguiente escalón es el llamado Incompetencia Consciente.

Nos encontramos en el punto óptimo para el comienzo de un proceso de desarrollo del talento emprendedor. La persona es consciente de que tiene lagunas y áreas de

mejora. Desde esta posición podemos crear un proceso de trabajo para el desarrollo de las capacidades necesarias. Esta situación se resume en la declaración “sé, que no sé”. Esta situación nos permite aclarar los aspectos a tratar. Evidentemente, podrán existir otros factores y temas que en este momento la persona no sea consciente de la necesidad de tratar o abordar.

NIVEL 3: COMPETENCIA CONSCIENTE.

El tercer escalón es el de la Competencia Consciente.

La persona está aprendiendo. Se encuentra en el proceso de desarrollo. La declaración que identifica este estado es la de “sé que sé”. Está adquiriendo hábitos, está practicando, está poniendo en marcha las acciones que quería desarrollar. Conclusión: cuanto más practiques una habilidad, tu cerebro reforzará más rápidamente las conexiones neuronales implicadas, y mejor realizarás esa tarea.

NIVEL 4: COMPETENCIA INCONSCIENTE.

El cuarto escalón es el de la Competencia Inconsciente.

No somos conscientes de que sabemos, es decir, tenemos conocimiento sin darnos cuenta que lo tenemos. Es el último nivel de un proceso para el desarrollo del talento. Integramos una forma de actuar, una forma de responder ante situaciones de una manera automatizada, integrándola en un repertorio de respuestas que fluyen desde el modo de operar inconsciente de la persona. No existe la pregunta “¿qué es lo que tengo que hacer ahora?”, “¿cómo he de responder?”. La persona se encuentra, por tanto, en un momento en el que ha consolidado su zona de confort. Ha cumplido su capacidad de acción y por ello puede llegar a identificar otras áreas de mejora.

Para cada una de estas situaciones de partida, cabe aproximarse como emprendedores, a un diálogo reflexivo y generador, que nos permita identificar posibles áreas de intervención y trabajo para nuestro emprendimiento.

Detallamos algunas de ellas:

  • ¿Sabes todo lo que necesitas para desarrollar tu proyecto emprendedor?
  • ¿Qué es lo que sabes para llevar a cabo tu proyecto emprendedor?
  • Describe con detalle todas y cada una de las acciones y actividades que has de desarrollar para llevar a cabo con éxito tu proyecto de empresa.

Con esta información puedes plantearte un esquema de todas las funciones necesarias para poner en marcha una empresa, todas las tareas que ha de realizar un emprendedor.

  • ¿Sabes hacer todo esto?
  • ¿Sabes hacerlo bien?
  • ¿Qué piensas ahora?
  • ¿Crees que tienes que aprender algo?
  • ¿Lo vas a hacer?

SITUACIÓN DE INCOMPETENCIA CONSCIENTE

Lo primero que hay que plantearse, es que esta es la situación de partida perfecta para comenzar. Hay que darse a uno mismo la bienvenida. Y segundo, debemos adoptar una decisión: ¿Queremos hacerlo? ¿Sí o no? Simple, pero trascendental.

Para comprender mejor esta situación, debemos aceptar que en ella aparecen emociones y sentimientos muy definidos. El miedo, la duda… se convierten en aspectos esenciales a identificar y a comprender de cara a afrontar de manera eficaz este momento.

En este estado podemos utilizar preguntas como:

  • ¿Qué te falta aprender?
  • ¿Cómo puedes adquirir lo que te falta?
  • ¿Cuándo lo vas a aprender?
  • ¿Cómo te sientes?
  • ¿Qué te preocupa?

SITUACIÓN DE COMPETENCIA CONSCIENTE

La persona está en proceso. Está adquiriendo conocimientos prácticos, habilidades, formas de hacer y de actuar. Por lo tanto, la primera herramienta es el reconocimiento. Poner en valor la acción que está llevando a cabo. Lo que ha puesto encima de la mesa. Y concretamente, valorar su compromiso con la meta, su responsabilidad hacia la misma y hacia sí mismo.

Debes hacer un seguimiento del proceso y puedes llevarlo a cabo haciéndote las siguientes preguntas:

  • ¿Qué resultados tienes?
  • ¿Qué puedes hacer mejor?
  • ¿Qué puedes hacer para alcanzar tu objetivo de tarea más rápido?
  • ¿Cómo puedes hacer mejor tu tarea, tu objetivo?

SITUACIÓN DE COMPETENCIA INCONSCIENTE

Cerramos el círculo del aprendizaje. Volvemos a situarnos en una zona de confort en nuestro desempeño. Volvamos a evaluar nuestra situación. Regresemos a la apertura de un proceso reflexivo de cara a identificar ámbitos de mejora.

Algunas de las preguntas que debemos plantearnos pueden ser:

  • ¿Qué necesito en este momento?
  • ¿Qué puedo hacer mejor?
  • ¿Cómo puedo obtener mejores resultados, tanto en la globalidad de mi negocio, como en mi desempeño como empresario?
  • ¿Quién me puede ayudar?
  • ¿Cuándo lo voy a hacer?

Si necesitas orientación en tu proceso para ser un emprendedor, no dudes en contactarnos.

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